Una de las formas más comunes de publicidad en Apple es la de salir en cine y televisión. Sin anunciar nada lo dicen todo: equipos y dispositivos usados por actores de lo más cool que hacen que el espectador los mire con admiración.
Podríamos poner muchos ejemplos, pero esta semana, sin ir más lejos hemos visto dos importantes campañas. La primera en los Grammys, la celebración más relevante de premios de música. En ella, Stephen Colbert saca de su chaqueta el iPad para ver el nombre de los nominados.
La segunda nos la encontramos en un nuevo capítulo emitido de los Simpson. En él Homer juguetea con un iPhone y finalmente recibe una llamada de su jefe. Un guiño simpático hacia los productos Apple.
No sabemos cuanto se habrán gastado, pero no creo que haya sido precisamente calderilla.