Terry Gou, fundador del gigante Foxconn, anunció el pasado viernes que reemplazará un número aún por determinar de sus empleados por un millón de máquinas en los próximos 3 años. La fuerte presión mediática y los problemas ocurridos con anterioridad obligaron a Foxconn a dictar un nuevo tipo de contrato anti-suicidio a sus trabajadores.
Si la compañía taiwanesa posee 10.000 robots, lo que pretende no es poco. Empezaría introduciendo 300.000 máquinas más este año y hasta 1 millón dentro de 3. Estas nuevas máquinas se encargarían de tareas «simples o mecánicas» tales como pulverización por spray, manejado y montaje. Una cosa buena a tener en cuenta es que la mecanización de los trabajos quitaría el riesgo de contaminación por exposición a materiales tóxicos por parte de los propios trabajadores.
Actualmente Foxconn, quien realiza la mayoría de productos para Apple, Sony o Nokia, da trabajo a 1,2 millones de personas, casi un millón sólo en China. La medida anunciada pretende rebajar costes salariales y de paso adquirir nuevos trabajadores más competentes, preparados, y también mejor pagados.
Parece que de una vez por todas Foxconn quiere lavar su imagen, aunque según quien lo mire, ya que un trabajo es muy valioso en estas fechas.