Como ya sabemos todos, Apple es un pilar fundamental en el mundo de la tecnología, y gracias a esta empresa el ritmo de crecimiento tecnológico ha aumentado a una enorme escala, remontándonos a cuando las televisiones ni emitían a color. Por eso, la electrónica de Cupertino desde muchos años se ha constituido como la institución más valiosa del mundo, y la que más ventas de dispositivos ha generado.
Volviendo al año 2015, Apple vivía un momento dulce, ya que registró 58.000 millones de dólares en ingresos, lo que supuso un embolso de 13.600 millones de beneficios. Estos datos tan positivos estuvieron condicionados por el lanzamiento del nuevo iPhone de gran tamaño, el 6s.
Pero, actualmente, no están corriendo buenos tiempos en la sede de Apple. Los de la manzana mordida han publicado recientemente los datos del segundo trimestre de este 2016, y no es nada alentador. En los tres primeros meses del actual año, la empresa ganó 10.500 millones de dólares, un 23% menos que en 2015; y facturaron unos ingresos de 50.600 millones de dólares, un 13% menos que el pasado año. No ha ocurrido un desplome similar desde 2001, cuando se esfumaron 46.000 millones de dólares de capitalización.
Según ElPaís, ya constaba de que el crecimiento de Apple llegaría a un estancamiento, ya que se estima que en este 2016 se vendan 212 millones de unidades del iPhone, frente a los 231 millones de unidades del 2015. Esto afectará a los proveedores de componentes de la empresa, como Qualcomm, Samsung o LG Display. Además, se espera que sea la única compañía que vea como su negocio se reduce en este 2016 del Top 5 en cuanto a empresas con mayores ventas de smartphones se refiere.
¿Por qué ha ocurrido este desplome?
Son variadas las causas. La primera de ellas es la más simple y primordial, y es que las ventas del iPhone están descendiendo considerablemente, y el iPhone SE no está reportando muchos beneficios, de momento. Aunque somos conscientes de que Apple ofrece muchos más productos y servicios, también sabemos que donde va el teléfono va la marca, ya que el iPhone reporta la mayor parte de los ingresos.
El resto de causas van derivadas a partir de la primera. Como bien dice Cook «el mercado de móviles no crece«, con tantísima oferta de varios tipos de gamas, y en el que se renueva de forma anual todos los terminales, las necesidades de los consumidores (y el bolsillo) comienzan a agotarse y a abastecerse.
Un mercado más competitivo, marcado por esa abundante oferta que hablábamos anteriormente, en la que tenemos muchas marcas que provienen de varios países del mundo; y son las marcas del continente asiático las que nos traen unos precios muy económicos con características, a priori, más que decentes. Precisamente es en Japón y en China donde se están reportando descensos en ventas porque el mercado se encuentra ya saturado, y se han visto obligados a bajar los precios para causar el efecto contrario.
Otras causas de esta caída estarían promovidas por el propio funcionamiento de la empresa en dos vertientes: una porque el ritmo de lanzamiento de nuevos terminales no es tan frenético como la competencia, sino que se apuesta por trabajar con un mismo smartphone más tiempo hasta sacar otro terminal; y otra por la falta de innovación entre un iPhone y otro, y todo esto hace que la mayoría de usuarios quieran aprovechar su móvil y aguantar al gran cambio.
Con el iPhone 7 se espera que se solucione todo esto (al menos por un tiempo), que se dé un gran cambio y la gente se motive a comprar un nuevo iPhone, lo que provocará una nueva caída en ventas hasta la inminente llegada del nuevo buque insignia de Apple. Situación que describe Cook como «transitoria».
Sin embargo, las premoniciones a este lanzamiento aún no están claras. Se espera un terminal más delgado, con marcos más aprovechados, doble cámara y la desaparición del conector de 3,5mm, pero no se sabe si estos cambios serán suficientes para animar a los posibles compradores a hacerse con uno y remontar las ventas…
Por último queda destacar que esta tempestad les llega también a los iPad, que se encuentran en caída libre de ventas durante nueve meses seguidos, por la competencia de los convertibles u ordenadores híbridos y porque sus usuarios no tiene la necesidad de cambiar de dispositivo tan a menudo como con un teléfono. De ello ya hablamos aquí hace unos meses.
Aunque siguen obteniendo beneficios, lo cierto es que los de Cupertino están perdiendo terreno y solo un cambio de rumbo puede revertir esa situación.
¿Qué piensas al respecto?, ¿crees que el iPhone 7 puede ser el cambio?