Uno de los problemas más grandes que tenemos con nuestros smartphones hoy en día es la duración de la batería, pues aunque cada vez los hacen más grandes, sus también crecientes requisitos hacen que las baterías que tienen no sean suficientes para un uso cotidiano. Otro de los problemas añadidos es lo que tarda cada teléfono en rellenar su batería mientras lo cargamos, haciendo que no sea un proceso rápido.
Por suerte, este segundo problema podría llegar a solucionarse en un futuro no muy lejano, pues la start-up StoreDot, creada por científicos del departamento de Nanotecnología de la Universidad de Tel-Aviv, ha estado trabajando durante los últimos años en semiconductores biológicos, aplicados a la carga de baterías de litio.
El resultado es prometedor, pues según han mostrado en un congreso, han conseguido cargar un teléfono al completo en tan solo 30 segundos.
Según el Wall Street Journal, el cargador tiene el tamaño de la batería de un ordenador portátil, aunque están trabajando en reducir considerablemente sus dimensiones. Además, también se trabaja en problemas de compatibilidad entre distintas baterías y móviles.
La previsión es que la primera versión comercial del cargador ultra rápido llegue al mercado a finales del 2016 a un precio aproximado de 30 dólares (22 euros).
Estaremos muy atentos a su evolución.