Antes de nada vamos a dejar claro algo, por mucho que nos disguste: lo polémico vende. Lamentablemente, fue, es y será así siempre. Por supuesto, en el pasado no había la enormidad de canales de comunicación que hay hoy en día entre emisor y receptor, pero desde luego la naturaleza del ser humano está estabilizada sobre las bases de la confrontación, la crispación, el barullo, la crítica y la descalificación, todas ellas madres de la envidia.
Y dichas estas palabras, impregnadas de causticidad y negativismo, intentaré explicar las razones que me han llevado a tan desesperado alarido de realidad.
Todos los usuarios de algo y los de dispositivos Apple quizá más que ninguno, estamos acostumbrados a campañas de desprestigio perfectamente orquestadas y repetidas por muchos hasta la saciedad. Ya hemos hablado de eso en otras ocasiones y no es cuestión de repetirse. Tampoco es objeto de estas líneas el analizar la negatividad con que se tratan los productos de la Manzana, sino expresaros mi desconcierto ante el visionado del trailer de un documental que recientemente se ha presentado para el público común y un pre-visionado completo para un público reducido, que trata sobre la vida y obra de Steve Jobs y se titula «Steve Jobs: The man in the Machine«.
Hemos podido observar estos últimos años, la cantidad de productos que han aparecido para aprovechar el momento desde la desaparición de Jobs. Libros, películas, documentales, ríos de tinta escritos sobre el cofundador de Apple con muy diversos enfoques tanto de su persona como de su trabajo a lo largo de su vida.
Tenemos la biografía más o menos autorizada de Walter Isaacson, la intranscendente de Karen Blumenthal «El hombre que pensaba diferente» o la ‘subida al carro’ del exdirectivo Jay Elliot con «El camino de Steve Jobs«, por citar quizá las más destacadas de todas las que encontramos en las librerías.
En el mundo del celuloide y descartando «Piratas de Silicon Valley» (1999) donde aparecen Steve Jobs y Bill Gates y no pretende ser una biografía suya, tenemos actualmente la película Jobs, representada por Ashton Kutcher y dentro de poco otra por Fassbender, pero tanto una como otra han sido definidas por la gente allegada a él como un producto de Hollywood, más que algo realmente cercano a la realidad.
Quizá es en los documentales donde podemos encontrar más visos de verdad. En el fabuloso «The Lost Interview«nos aparece el más visionario y demoledor Jobs analizando pasado presente y futuro cuan cirujano con bisturí (interesante el debate que produjo Canal+ después de la proyección del documental y que podéis ver aquí).
En » los conocidos Cazadores de Mitos, Adam Savage y Jamie Hyneman hacen un repaso muy correcto de la vida de Jobs entrevistando a un numerosísimo grupo de personas que le conocieron.
Y es ahora, a las puertas de ser presentado a bombo y platillo el nuevo documental al que antes aludía, cuando uno se pregunta si para conseguir ser visto es necesario recurrir a la polémica y al sensacionalismo. Hasta la mitad del trailer presentado, se define al personaje de Jobs como muchas otras veces lo hemos visto, pero es en la segunda parte donde se dedica a polemizar.
Saca opiniones de Woz diciendo que lo engañó, de ex-empleados diciendo que perdieron a su familia por él o que les amenazó, o la breve aparición de su ex-compañera aludiendo a la paternidad que rechazó, quizá sean demasiadas para un trailer que parece buscar la carnaza para conseguir público. ¿Es esto necesario?
No digo que en un documental no se tengan que tocar todos los puntos, evidentemente, pero sacados de contexto pueden parecer muy ventajistas. Aquí os lo dejamos para que saquéis vuestras propias conclusiones:
Todos los que nos hemos documentado sobre Steve Jobs hemos observado a una persona con Luces y Sombras y sinceramente espero que, en el resto del documental, no se basen en su mayor parte en las sombras porque el personaje no se lo merece.
¿Vosotros qué opináis? ¿Un plan de marketing o una realidad?