Cuando para un persona es importante estar al día tecnológicamente hablando, ya sea porque exprime los productos que compra hasta la saciedad o porque simplemente quiere ser un usuario de último producto, a veces la línea que marca la salida para adquirir un nuevo dispositivo se transforma en algo borroso y poco definido, surgiendo numerosas dudas sobre si se estará comprando en el momento adecuado.
Supongamos a un usuario de un modelo de iPad. Probablemente no tenga el último modelo porque, como ya hemos dicho en numerosas ocasiones, el iPad no te obliga a estar al día para una experiencia completa. Pues bien, este usuario quiere actualizarse y adquirir el último modelo de la tableta californiana y mientras observa a través de la web sus características y bondades y antes de oprimir con frenesí el botón izquierdo de su ratón para iniciar el proceso de compra, una duda le asalta como leopardo a gacela: ¿será un buen momento? ¿no aparecerá un nuevo modelo en breve? Y es que este, ávidos lectores, es el dilema universal de todo consumidor tecnológico: ¿Cuándo es un buen momento para renovar un producto tecnológico?
Está claro que adquirir muchos de los aparatos electrónicos que nos rodean supone, en muchos casos, un importante desembolso económico. En la mayoría de ocasiones implica varias semanas o meses de ahorro, preparación y decisión hasta dar el salto hacia la compra. Y por ello no queremos cometer el error de que, una vez comprado y recién comenzado a disfrutar, aparezca en el mercado su flamante sucesor lleno de nuevas capacidades, con un diseño mejorado envidiablemente espectacular y al mismo precio que el que hemos desembolsado nosotros por el ‘viejo’.
Sí, sí… el viejo, porque cuando aparece un nuevo modelo nos da la sensación de que el nuestro es un modelo desfasado, antiguo, carca, cuaternario, lento, feo, inútil, mientras unos lagrimones se deslizan por nuestra entristecida tez. Hemos pagado el pato, somos unos primos, pero ¡Cáspita! ¿porqué no esperamos un poco más?.
No creáis que esto pasa sólo con los PAE (Pequeños Aparatos Electrodomésticos), también sucede con coches, cuando sale el nuevo modelo, con pisos, con viajes… ¡Si hasta cuando te echas un/a novio/a aparece un ‘modelo superior’ con el que no contabas!
En fin y fuera bromas, la única manera de que no te coja el toro es intentar bucear en internet tratando de encontrar referencias del producto que estás buscando para intentar analizar su tiempo de vida y saber si tienes que esperar un poco o lanzarte a por él. Hay alguna web que realiza este trabajo por ti en el caso de los productos Apple: buyersguideapple.com, web que ha estudiado el tiempo de vida medio de cualquier producto Apple y te informa de si es una buena idea adquirir el producto.
Sería muy interesante que esta idea se extendiese y de este modo saber si comprar ahora o esperar a un nuevo modelo, por ejemplo de nuestro televisor, o del equipo de música, o el ordenador.
Si recordáis, el iPad 3 y el 4 fueron presentados el mismo año (2012) y con tan poco espacio de tiempo, alrededor de 200 días, que se organizó un revuelo enorme en todos aquellos usuarios que se sintieron estafados porque tras acabar de comprar el iPad 3 veían como Apple sacaba por sorpresa y según ellos, a traición, un nuevo modelo, el iPad 4, que sustituía al anterior mejorándolo en casi todo. Aún se pueden encontrar posts en los foros de discusiones de Apple donde se puede leer la indignación que esto despertó.
Resumiendo, que a la hora, tanto de adquirir como de renovar, un dispositivo electrónico es importante bucear por la red de redes intentando saber si lo que vamos a comprar tiene el tiempo de vida suficiente como para lanzarnos la duda del relevo generacional.
¿Vosotros qué hacéis? ¿Os da igual o perdéis tiempo en analizar la evolución del producto?