En estos momentos del mundo Apple estamos en una época en la que cualquier tema relacionado con el software que corren los dispositivos Apple lleva implícita la palabra Beta. Recientemente se han publicado las segundas Betas de iOS 9, de Mac OS El Capitan y WatchOS 2. ¿Qué es esto? ¿A qué es debido? ¿Merece la pena probarlo?
Para entender este concepto y el porqué de su despliegue mediático hay que entender primero las fases implicadas en un desarrollo de software. Lo normal, ya sea un iOS o un MacOS o incluso un imberbe WatchOS es que la nueva versión que salga al mercado y sea la definitiva haya pasado por numeroso embriones y mariposas antes de ver la luz. Estos cambios suelen ser más o menos radicales dependiendo de la revolución que se le quiera dar al producto.
Todos nos acordamos de la explosión que supuso el paso del iOS 6 al iOS 7, con toda esa vorágine de cambios tanto funcionales como estéticos, que probablemente supuso millones de quebraderos de cabeza para los ingenieros de Apple. Pues bien… en el nacimiento de un nuevo desarrollo de sofware que supone un nuevo versionado del Sistema Operativo y tras superar las primeras versiones Alfa surgen las primeras versiones estables arrancadas dentro del propio dispositivo y que funcionan de manera autosuficiente.
Esto, anteriormente, era una fase oculta al usuario final. Sí… se sabía que iban apareciendo porque los desarrolladores de aplicaciones para ese nuevo sistema operativo tenían que trabajar en paralelo a los de Apple, con el fin de tener dichas aplicaciones preparadas a la hora de estrellar la botella contra el casco del nuevo producto.
Esto tenía sus pros y sus contras, ambos los cuales eran exactamente los mismos. Los pros eran que un numero limitado de usuarios podían probar el OS y así reportar fallos que se pudiesen subsanar antes de lanzar la versión definitiva. Fallos que los propios ingenieros no hubiesen detectado en las versiones Beta previas. Los contras eran precisamente eso: lo limitado de estos usuarios.
Bien es cierto que Apple dispone de una miríada de desarrolladores de aplicaciones externos a la compañía y que estos mismos han ayudado en gran manera a subsanar bugs en estos SO’s durante los últimos años, pero si los comparamos con los usuarios finales, se reducen enormemente. La posibilidad de que aquellos usuarios aventureros que quieran instalar estas versiones Beta en su hardware se abra a todo el mundo, le otorga a Apple un potencial para recabar datos de posibles errores antes de su lanzamiento cuasi infinito.
Todos nos acordamos de esas versiones de iOS y de MacOS que sacaban versiones x.1 al poco tiempo de que apareciesen sus SO’s para subsanar errores reportados por usuarios descontentos.
Por lo tanto, lo que se espera con esta política de ‘abrir puertas’ es precisamente eso, intentar que, en el momento del lanzamiento, el producto llegue con el número máximo de errores corregidos para que la experiencia de uso sea lo más placentera y estable posible.
Y ahora viene la gran pregunta: ¿Merece la pena lanzarse a la piscina de lo inestable? Pues depende. Si eres un usuario ávido de cambios y pruebas y te gusta experimentar con lo nuevo sin duda alguna sí la merece.
Por otro lado verás con fastidio como imprevistos no esperados te arruinarán la posibilidad de disfrutar de una experiencia completa y se te reiniciará el móvil cuando menos te lo esperes, se te cerrarán aplicaciones por arte de magia y algunas cosas no funcionarán como deberían. Cuando te pase esto, la información de ese error deberá ser enviada a Apple para ayudarles a mejorar el producto.
Si por otro lado te cuentas entre los que prefieren esperar un poco para disfrutar de la experiencia final, que ya bastantes imprevistos tiene la vida, no tendrás más que darle tiempo al tiempo y descargarte el SO cuando esté listo para su disfrute final (y sabemos que incluso así siempre se les escapa algún error…).
¿Pensáis que esto de las versiones beta es algo bueno para los usuarios o por otra parte es una manera de «ahorrar» en probadores profesionales que testeen sus productos a fondo?