Hay algo que a muchos nos cuesta entender: Apple se empeña en hacernos digerir que su teléfono es capaz de funcionar como consola de videojugos portatil.
Y es que en cierto modo si lo es, pero para un público bastante reducido que lo que busca es jugar en la cola del banco o en la sala de espera del dentista, es decir, un ratito y ya.
¿Pero qué pasa con esos usuarios jugones o hardcore gamers que pasan horas dedicadas a su juego preferido? Pues seguramente ellos no consideraran el iPhone como plataforma de videojuegos a pesar del amplio catálogo disponible en la AppStore.
Y simple y llanamente creo que el problema esta en la ergonomía del teléfono: es muy buena para cierta categoría de juegos pero malísima para la amplia mayoria.
Y llegados a este punto es cuando me pregunto por qué las compañías no desarrollan mandos o accesorios que hagan la experiencia del jugador más agradable.
Recientemente hemos sabido que el iControlPad podría salir pronto a la luz, pero seguimos a la espera de noticias que confirmen el inminente lanzamiento.
Creo que hasta que los fabricantes o incluso la misma Apple no se pongan las pilas en este sentido, no podremos llegar a considerar el iPhone como una consola de videojuegos cien por cien funcional. Qué le vamos a hacer… nada es perfecto.