En ocasiones, parece que una persona tiene que dejarnos para que se le reconozcan méritos y éxitos personales y/o profesionales. La figura de la que hablamos en esta entrada, no le ha hecho falta dejar de estar presente para haberse convertido en un revolucionario, visionario o, simplemente, un genio. Quizá es verdad que tenga que pasar un cierto tiempo sin él, para darnos cuenta, con más profundidad, de su tremenda aportación al mundo de la tecnología tal y como se conoce en la actualidad.
Por supuesto, estamos hablando de Steve Jobs. Tras su fallecimiento, en Octubre de 2011, siguen a día de hoy apareciendo muestras de agradecimiento y homenaje a todo su trabajo. Un ejemplo es el que os hacemos llegar hoy, pues en la ciudad rusa de St. Petersburgo se ha inaugurado un monumento conmemorando la figura de este genio, y no es más que uno de sus productos estrella: el iPhone 4.
El monumento, diseñado por Gleb Tarasov, tiene una altura de unos casi 189 centímetros, y representa un iPhone 4 de color negro. Si bien su pantalla no está equipada con tecnología táctil, muestra en su display una serie de pases de diapositivas con fotos y vídeos de la vida de Steve Jobs, donde se incluyen fragmentos de sus eventos y discursos más importantes.
Este homenaje al, por siempre recordado, CEO de Apple, se encuentra localizado en el patio de la Universidad Nacional de Información Tecnológica, Mecánica y Óptica de la ciudad rusa de St. Petersburgo. Este iPhone gigante, está equipado con la tecnología de códigos QR, que permite a la persona que se acerque a interactuar con él, dirigiendo el enlace al sitio web en memoria de Steve Jobs.
Su diseñador, Gleb Tarasov, fue el ganador de una competición que decidía quién sería el encargado de llevar a cabo tal homenaje, quedando primero entre más de 200 participantes. Este gesto en memoria de Steve Jobs, fue oficialmente revelado en el día de ayer, coincidiendo con el decimosegundo aniversario de iTunes y el sexto aniversario de la presentación del iPhone original en la MacWorld del año 2007.
Aunque la verdad, el monumento es clavadito a las pantallas de publicidad que tienen en el centro comercial de cualquier ciudad…