Tres años de servicio. Ese parece ser el ciclo vital que Apple asigna a sus dispositivos móviles. Así ha sido con algunos de los más emblemáticos, como el los iPhone 3G y 3GS, además del que nos ocupa en este caso. Aunque por el momento se trata de una información carente de confirmación oficial por parte de los de Cupertino, que la compañía de la manzana diera finalmente carpetazo al iPad 2 en los próximo meses, no debería sorprender a nadie.
Se cree que la dilatada longevidad del iPad 2 se debe principalmente a su popularidad en el sector de la educación, donde el ahorro frente a los precios de las actuales generaciones de iPad en venta es más que notable de cara a equipar un aula entera. También hemos de tener en consideración el precio de partida de venta, tan sólo 10 euros por debajo del iPad mini con Retina Display, al menos en el mercado nacional. Lo cual sitúa al primero en una clara desventaja frente al segundo en lo que a prestaciones respecta, siempre y cuando el tamaño de pantalla no sea un elemento decisorio a la hora de efectuar la compra de un tablet de Apple.
Este paso, junto con la aparición de una nueva generación de iPhone, supondría a todas luces la desaparición del conector de 30 pines en dispositivos en producción, otorgando total protagonismo al conector Lightning.
Tres años suponen un largo periplo en lo que a vigencia, que no vida útil, de un dispositivo electrónico de cualquier tipo. Una suerte que pocos han podido repetir, siendo los iPad de primera, tercera y cuarta generación o el mismísimo iPhone 5, víctimas en gran parte de cambios de última hora en la estrategia comercial de la compañía.
Aún tendremos que ver el modo en que se podrían ver afectados los dispositivos, tanto vigentes como futuros, ante un posible acortamiento en los ciclos de aparición de nuevos productos.