Según The Wall Street Journal, Tim Cook ha decidido recientemente ofrecer a algunos empleados de Apple dos semanas anuales para colaborar en otras iniciativas o proyectos secundarios a partir de 2013. El objetivo, según el informe, es estimular su motivación y creatividad en el trabajo.
Esas dos semanas «de descanso», según lo comentado, se destinarán a pensar, diseñar y desarrollar «proyectos secundarios» que no necesariamente tienen que ver con Apple. Así, se espera que mejoren su rendimiento en su puesto de trabajo habitual y, suponemos, que también persigan aún más la innovación y perfeccionamiento de los productos.
Esta iniciativa, denominada Blue Sky, es muy similar a la de Google, quien directamente atribuye a sus ingenieros un 20 % de su tiempo a realizar proyectos externos. De este modo, tanto los empleados como la empresa salen ganando.
Sin duda, una iniciativa junto a la que, una vez más, no pasa desapercibida la nueva gestión de política interna del sucesor de Steve Jobs.