Sábado noche. Mis pasos se dirigen acompasadamente hacia un restaurante cercano donde he quedado con mis amigos para disfrutar de un suculento yantar y mantener diversas charlas distendidas, que probablemente se prolongarán en el interior de algún local de copas, habida cuenta de los chuzos de punta que están cayendo. Tras los consabidos saludos, besuqueos, abracetes y estrechamientos de manos, procedemos a ordenar nuestras respectivas comandas, mientras vamos dejando nuestros móviles encima del impoluto mantel. Es ya un acto reflejo, ora provocado por la frecuente necesidad de consulta de los mismos, ora por el tamaño que tienen que imposibilita su permanencia en nuestros vaqueros al sentarnos.
Nuestros ojos se desvían hacia el móvil de Paquito. Antes de proseguir, he de decir que paquito es un Yodesopaso, grupo ya analizado en una anterior entrada. Para él, cualquier dispositivo electrónico viene directamente del averno. Ávido consumidor de SMS en su móvil de hace 8 años, que ni tiene internet, ni consume datos, ni hace fotos, ni sabe su nombre.
Cual no será nuestra sorpresa, cuando al lado de su plato, descansa un flamante móvil nuevo con una pantalla generosa y todo hay que decirlo, el plástico protector con el que venía, todavía puesto.
Un silencio se hace en la mesa. Todo parece indicar que, un matojo circular de esos que atraviesan la escena rodando en los spaguetti western, va a recorrer la mesa de principio a fin. Nos miramos entre todos y estallamos a la vez en preguntas deslabazadas, pisándonos los unos a los otros, sin ton ni son, histéricamente, para intentar averiguar el por qué de ese avance NeilArmstrongmaniaco en su vida, pisando esa luna tecnológica. Y él, pausadamente, como quién no quiere la cosa sentencia: ‘Había que modernizarse‘ y a los pocos segundos completa con un ‘A ver.. ¿eso del Guasá cómo va?‘
Recogemos del suelo los trozos que podemos de nuestros esquemas rotos e improvisamos un minitutorial de las funciones básicas que puede realizar con su nuevo aparatito, que había ido a buscar horas antes a la tienda. Digamos que se trata de un teléfono Android de gama media que probablemente cumplirá con creces las espectativas puestas en él por Paquito (salvo quizá, la de la batería).
El caso es que, aprovechando este giro del destino y tras habernos indicado la cantidad desembolsada por el teléfono (cercana a los 200€), procedí a sacar el tema del coste de los teléfonos móviles y la necesidad de invertir más o menos dinero en ellos. Evidentemente, amigos como somos y conocedores de mis preferencias telefónicas, cayeron como ave de presa sobre mí, crítica en mano, aludiendo a las exorbitadas cantidades de dinero que suelo desembolsar anualmente por mis iPhone’s. Y es cierto.
Realmente es una inversión costosa para un dispositivo, pero como les quise hacer entender, igual o menos costosa que en otros dispositivos que ni siquiera nos planteamos criticar en nuestro día a día. Esto me hizo pensar que sería interesante calcular el dinero desembolsado en la adquisición de diferentes componentes tecnológicos que nos rodean en comparación con las horas que los utilizamos, y he procedido a realizar el siguiente análisis y comparativa entre ellos como si fuesen utilizados una única semana:
- iPhone 6s Plus 128Gb: 1079€. Utilizando la aplicación de batería y sumando las horas utilizadas por aplicación en los últimos 7 días me da un total de 21,63h, lo que en una regla básica de tres me indica que cada hora que lo he usado me ha supuesto un desembolso de 49,8€/h. Repito, esto es en una semana de uso.
- Televisor Sony Bravia KDL-55W805A: 1299€. Utilizándolo una media de 3h al día (que me parece mucho), nos da un total de 21h, lo que aplicando la misma regla de antes me da un total de 61,85€/h
- Citroen Xsara Picasso: 19.900€. Utilizándolo una media de 3h al día (trabajo ida y vuelta y ocio de fin de semana), con esas mismas 21h semanales nos da un total de 947,6€/h. Sí… ya sé que el coche no cuenta porque es usado por varios, no es un artículo personal, etc. pero es un intento de poner en perspectiva el gasto por hora de uso de un dispositivo. Tampoco estoy teniendo en cuenta el gasto que supone la electricidad, gasolina, etc. que consumen diariamente.
- Playstation 4: 379€. Con un uso diario de 1h (si la parienta nos deja) nos da un resultado de 54,14€/h en una semana.
Aquí os he puesto cuatro ejemplos, pero no me gustaría que os tomáseis el análisis literalmente. Sólo creo necesario considerar que el iPhone es un dispositivo de uso masivo. Viene con nosotros todos los días y a todas horas y la suma total del tiempo de uso así nos lo indica.
Es por esto que realmente no es un coste por hora exagerado si lo comparamos con otros dispositivos. De hecho, si esta cifra que hemos calculado por semana la extrapolamos al año entero (52 semanas), obtendríamos un coste de 0,95€ por hora de uso. ¿Tan caro parece? Pensemos ahora cuántas cosas nos cuestan tan poco a la hora. Evidentemente tampoco he considerado una posible venta del iPhone al acabar el año, con el descenso en coste por hora que ello supondría.
¿Qué os parece? ¿Os habíais parado a pensar en el coste de un iPhone desde este punto de vista?