Una vez más los rumores se han hecho ciertos y, como esperábamos, con la presentación del nuevo iPhone 5C, ha venido la del iPhone 5S, la joya de la corona. Un terminal con la misma estética que el «difunto» iPhone 5 pero potenciado, tal como viene siendo habitual en las versiones S de Apple.
Esta vez, el cambio de letra ha traido también un nuevo color: el dorado, tonalidad que parece estar muy de moda, sobre todo por tierras orientales; además del cambio de blanco, que ha virado a «plateado». Dejado a un lado su color, el iPhone 5S incluye un nuevo procesador, una óptica mejorada y un lector de huellas digitales en su botón home.
Como hemos dicho, la novedad central desde donde se mueve todo es el nuevo procesador A7 a 64 bits. Gracias a él se ha potenciado el rendimiento de todo el teléfono, tanto a nivel de velocidad de uso, como a nivel de optimización de batería, consiguiendo que sea 40 veces más de rápido que en el iPhone original (sería bueno saber la relación con el iPhone 5). Este procesador a 64 bits ha requerido que todo el sistema operativo (iOs 7 en este caso) y las app de Apple se hayan reescrito preparándolas para su llegada, con lo que todo está especialmente adaptado. Por suerte Apple también ha pensado en los desarrolladores, así que Xcode está preparado para trabajar de igual forma, así que no será difícil empezar a ver desarrolladores que lo aprovechen.
Su rendimiento gráfico también se ha visto mejorado, siendo 56 veces más potente que el primer iPhone. Además, este cambio permitirá que el teléfono sea compatible con OpenGL ES 3.0, con lo que podremos ver juegos con un apartado gráfico aún mejor que lo disponible en iPhone 5.
Junto con el chip A7, han presentado un coporcesador denominado M7, cuya funcionalidad es controlar los diferentes sensores del dispositivo, como la brújula, acelerómetro o giroscopio. De esta manera el iPhone 5S podrá gestionar y recopilar toda la información relacionada con el movimiento de manera rápida y directa, evitando que pase por el procesador principal. Pero, ¿qué beneficios trae esto? Primero un ahorro de batería en el dispositivo, segundo nos permitirá usar el teléfono a modo de monitor de actividad de esos que están tan de moda hoy en día (por ejemplo contando nuestros pasos o detectando en que momento estamos haciendo ejercicio o conduciendo)… Y la primera aplicación que hará uso de este nuevo sistema será Nike+ Move.
Otra cambio destacable se ha podido ver en la cámara, y lo primero que vemos es un objetivo con un 15% más de tamaño. Esto permitirá, por ejemplo, mejorar la iluminación de las fotos y su calidad general. ¿Más cambios? La apertura de esta nueva lente será de ƒ/2.2. Todo ello manteniendo los 8MP del iPhone 5, así que aunque no tendremos fotos más grandes, sí que serán de mayor calidad.
Por si el tamaño del sensor no fuera suficiente, el flash se ha visto «duplicado», añadiendo un segundo flash LED con un tono más calido que el original, de manera que podamos evitar los fallos del actual. Con ellos, se pretende conseguir colores más reales al realizar las fotos.
Se ha añadido un modo ráfaga a la cámara, permitiéndonos tomar hasta 10 fotografías por segundo. De esta manera el sistema nos propondrá las que han quedado mejor, aunque seremos nostros quienes decidamos con cuáles nos quedamos. A esta función se le ha añadido un estabilizador de imagen, ideal para la gente de pulso «movido». Esta característica «invisible», hará que al pulsar el disparador, el iPhone tome 4 fotos y se encargue de juntarlas para conseguir la mayor calidad posible.
Pasando al apartado de vídeo nos encontramos con dos novedades. La primera pero menos remarcable es la de poder hacer zoom mientras grabamos; teniendo en cuenta que hablamos de zoom digital no habría que darle mucha importancia… Por suerte, la segunda característica sí que vale la pena: posibilidad de grabar vídeos a cámara lenta, con una resolución de 720p y a 120fps. De esta manera podremos tomar un vídeo y decidir qué partes queremos guardar a velocidad normal y cuáles a cámara lenta.
La última novedad está escondida en el botón home, sí, y es que ahora incluye un sensor de huellas dactilares. Mediante él, Apple espera «reinventar» la seguridad, evitando que usemos contraseñas para todo. Al contrario de lo que se pensaba, el sensor se podrá configurar para sustituir contraseñas dentro del sistema y no solo para desbloquear. Una gran ventaja, por ejemplo, a la hora de comprar una app en la App Store.
¿Y cuándo podremos disfrutar de él? Pues, estará disponible a partir del 20 de septiembre, aunque igual que sucede con el iPhone 5C, ni España ni Latinoamérica están entre los elegidos como puntos de venta en esa fecha, teniendo que esperar hasta diciembre para poder conseguirlo. Su precio libre empezará en los 699€ por el modelo de 16GB, seguido por 799€ por el de 32GB y acabando en los 899€ que rondará el de 64GB, con lo que nos encontramos con un terminal unos 100€ más caro que el iPhone 5C.
¿Qué os ha parecido el nuevo terminal? ¿Justifican las novedades su compra? ¿iPhone 5C o iPhone 5S?