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Pasar de un iPhone 6 a un iPhone 6s Plus: experiencia con su tamaño tras un mes de uso

Como recordaréis, los que soléis leer las líneas que suelo teclear asiduamente, este año decidí dar el salto de tamaño del iPhone 6 que adquirí hace un curso, al iPhone 6s Plus recientemente aparecido en el panorama tecnológico. Quieren estas líneas ser un resumen de las cosas que, para mí, han cambiado en el uso diario de este nuevo dispositivo frente a su predecesor. No quiero referirme a los cambios en funcionalidades, que ya están ampliamente explicadas en este mundo esférico, sino a la evolución de tamaño sufrida de las 4,7» a las 5,5».

iphone 6 y iphone 6s plus tamaño

El primer cambio sufrido ha sido que, debido al coste del iPhone 6s+, he tomado la decisión de asegurarlo frente a roturas y robo. También lo he armado, como otros años, del AppleCare, para blindarlo en la medida de lo posible frente a cualquier avatar. Es un dispositivo muy caro y considero necesario este colchón que me tranquilice durante su tiempo de vida conmigo. Estos seguros a mayores han sido abonados con los beneficios de la venta del dispositivo antiguo, que me ha reportado una suma más que respetable y que también me ha ayudado a sufragar parte del importe del nuevo.

Dicho esto, decir también que el teléfono tiene acoplada la funda original de cuero negra de Apple y un protector de pantalla de cristal templado de Jetech. Vamos, un estándar que muchos de vosotros también consideraréis como necesario.

Ya puestos en situación y con los cimientos de uso firmemente fraguados, voy a enumerar los puntos en los que he notado las diferencias más destacadas y que puede que os ayuden a saber, en el día a día, que os sucedería en el caso de que también dieseis el salto.

En cuanto al tamaño, evidentemente, este es el punto principal de cambio, el teléfono es más grande, ocupa más, más pesado, voluminoso, tocho, cincoconcincopulgadístico, si se me permite la licencia lingüística.

Normalmente suelo usar pantalones vaqueros de esos que tienen un punto de elástico, por comodidad básicamente. No quiero empezar aquí una discursión sobre mis gustos de armario, sino hacer notar que, en el bolsillo, evidentemente se nota más, pero no ha resultado incómodo en modo alguno para moverme, sentarme, subir escaleras, llevándolo como lo llevo en el bolsillo delantero izquierdo de mis pantalones. Este era mi mayor miedo y quedó disipado al poco tiempo de usarlo. El único ‘contra’ que realmente me ha molestado ha sido la necesidad de cambiar el soporte que tengo para el coche.

Antes tenía un Airframe+ de Kenu, colocado en la rejilla de ventilación y debido al ancho del iPhone 6s+ he tenido que pasar a un soporte mágnético Aukey Air, situado también en la rejilla de ventilación y con la plaquita metálica colocada en el interior de la funda. Esto será un inconveniente si decido pasarme a una funda transparente, por lo antiestético que supone.

Kenu-airframe-plus-grip

Otra consecuencia del aumento de tamaño es el aumento de pantalla, esto cae de cajón. Pero lo que me interesa hacer notar es si la manejabilidad de la misma se ha visto mermada de algún modo. Pues veréis, sí y no. Sí porque en muchos casos me veo obligado, siendo como soy de manos pequeñas, a agarrar el teléfono como si de un volante se tratase: Con las dos manos a la vez.

Tampoco soy fan del reachability, llamado así el ‘doble tap’ que se realiza sobre el botón de inicio para que la pantalla descienda a la mitad y poder llegar así a lo inalcanzable. Pero una vez acostumbrado a esta nueva necesidad, no se transforma en un engorro, es decir, fluye de modo natural el emplear las dos manos para muchas de las tareas.

reachability

Por otro lado, noto que he ganado en calidad de visión a la hora de navegar por internet, leer correos y sobre todo en el apartado multimedia y lúdico. Me resulta una auténtica gozada disponer de tanto espacio al utilizarlo. Las películas simplemente se ven espectaculares y muchas veces me sorprendo viendo algo sin necesidad de coger el iPad, cosa que antes hacía más a menudo.

Es curioso haberme dado cuenta de que tras un mes de uso cuando cojo un iPhone de 4,7» me parece pequeñísima la pantalla, con una experiencia que me resulta incompleta. Algo le falta.

Resumiendo, que el cambio me ha resultado enteramente satisfactorio y dudo que algún día vuelva a un modelo de dimensiones más reducidas.

¿Y vosotros? ¿Habéis dado el salto satisfactoriamente o estáis defraudados?